sábado, 24 de mayo de 2014

Miércoles a primera.

Lunes, martes, jueves y viernes puedo hacerme la remolona en la cama, tardar en levantarme diez minutos más de la hora habitual, emplear tiempo en escoger otra camiseta pues la que tenía prevista resulta que estaba arrugada... Pero, ¿los miércoles? ni hablar, al no ser que me haya levantado con tantísimas ganas de borrar la pizarra o de echar esa particular carrera al profe de ética por el pasillo para entrar antes que él en clase.
Aún así, me levanto muy positiva porque sé que toca ética y que voy a empezar la mañana riendo a carcajadas y como no, aprendiendo cosas nuevas.
``Queridos niños, queridas niñas y público en general...´´
Comienza la clase de ética con esta singular frase y una peculiar raya vertical en la pizarra, no sin antes haber sido todos nombrados al pasar lista desde el móvil del profesor y sin la típica entrada de tres golpes en la puerta seguidos de un ``buenos días, ¿se puede pasar por favor?´´ de alguien a quien se le ha escapado el autobús o se le han pegado las sábanas.
Y sí, llegó la hora de aprender durante cincuenta escasos y cortos minutos.

Ética se ha convertido este año en mi clase favorita. No solo aprendemos conocimientos relacionados con esta asignatura, sino que acabamos adquiriendo unos conceptos e información paralela que surge de algún tema enlazado a lo que estamos dando y que hace aumentar nuestra cultura básica. Además, todos participamos en clase respondiendo preguntas de vez en cuando y debemos copiar la mayoría de las cosas que se explican si queremos tener una buena nota de cuaderno. Esto conlleva  que estemos atentos y no desconectemos.
En cuanto a los exámenes, el primero de opción múltiple me parece una buena manera de que no solo estudiemos lo relacionado con la ética, sino los demás conocimientos nombrados en clase como pueden ser fechas de personajes históricos o el por qué de que un lugar se llame así, y que esto no hace más que enriquecer nuestra cultura.
El examen práctico si que me parece algo complicado pero nada fuera de lo normal. No consiste solo en aprenderse lo dado de memoria sino que hay que saber desarrollarlo y explicarlo, lo que supone muchas veces un desacuerdo de ideas de no saber que poner y por lo cual se pierde más tiempo del que se debería durante el examen.
El tercero se basa en preguntas relacionadas con una película de la que debemos comprender a la perfección cada detalle para después saber explicar y defender nuestra opinión en el examen.
Aparte, podemos subir nota con blogs como éste lo que me parece muy buena idea pues podemos escribir lo que opinamos y defender nuestras ideas ante el tema impuesto. Sin embargo, no me agrada tener que hacer redacciones sobre temas políticos porque creo que es una opinión personal de cada uno y que habrá gente como yo, que no quiera exponerla a los demás. Esto dificulta rellenar una nueva entrada con 250 palabras, por lo que o extiendes tu neutralidad hasta éste mínimo de vocablos, o directamente no la escribes.
Lo que más me gusta de éstas clases no es solo el contenido de lo que aprendemos, sino la manera de explicarlo llevando un orden.
Por lo demás, creo que en éstas clases se mezcla el respecto ante el profesor impuesto desde el primer día con unas normas a seguir como levantar la mano para hablar, no levantarse sin permiso, mantenerse callados, llegar puntuales, llamar a la puerta y pedir permiso para pasar... (cosas que parecerán normales pero que en cualquier otra clase no se cumplen si el maestro no aplica una disciplina desde el primer momento) ; y unas clases muy amenas en las que aprendemos mucho  y con las que nos quedamos siempre con ganas de más.

domingo, 18 de mayo de 2014

Elecciones 25 de mayo.

Desde hace unos meses oigo en las noticias cosas relacionadas con este tema, que si un partido que si otro, y lo único que me ha quedado claro es que mis padres tienen que votar el 25 de mayo. He oído pero no he escuchado. La verdad, no me interesaba en absoluto este tema hasta que me ha tocado hacer una redacción sobre él; lo primero porque aún soy menor de edad y por lo cual no tengo derecho a votar, y lo segundo porque en lo que conlleva temas de política hago oídos sordos.
Antiguamente, las familias votaban mayoritariamente al partido al que pertenecieran, dicho de alguna manera si eran de clases bajas, medias o altas.
Hoy en día, muchos de los adolescentes mayores de edad votan por las ideologías de sus padres pues en sus casas hay una charla constante sobre estos temas de politiqueo que adquieren desde pequeños, y si tu inculcas a tus hijos desde que tienen uso de razón que los del partido tal son los que llevan la razón, ese niño o niña al crecer lo verá igual en mayor porcentaje a los otros pocos que cambien de opinión.
En cambio, yo puedo decir que en mi casa este tipo de temas se han dejado más al margen para que sea yo misma la que elija mis propias ideologías cuando me toque votar, sin influencia ninguna e independientemente de lo que piensen y opinen mis progenitores.
Aún así, y tal y como está la situación ahora mismo en España he pasado de este tipo de temas y no me he preocupado en saber que ofrece cada uno de los partidos, mayoritariamente porque no puedo votar.
Por lo que en el caso de que ya tuviese dieciocho años mi voto sería en blanco.